La Toma de Sanborns, La Casa de los Azulejos

Por Lorenia Urbalejo Castorena.

Estuvimos en la toma del Sanborns del Centro Histórico capitalino, la famosa Casa de los Azulejos en donde, según cuenta la historia oficial, alguna vez desayunaron los revolucionarios Villa y Zapata. Nuestra llegada fue casual, a continuación narro un poco de lo acontecido.

El domingo 8 de octubre, un después del medio día, Areli y yo caminábamos por los calles del centro del Distrito Federal cuando al momento de intentar cruzar del lado de la torre Latinoamericana hacia Bellas Artes unos policías detuvieron el tráfico para que una manifestación cruzara en sentido contraria al nuestro.

La manifestación no era muy numerosa y llamó nuestra atención que fuera más bien silenciosa por lo cual no podíamos distinguir cuál era el objetivo; si algún carro sonaba el claxon para expresar apoyo los manifestantes se callaban entre si para no llamar mucho la atención. Lo que sobresalía de entre la gente era una enorme cucaracha, la cual cargaban en hombros.

No fue sino un rato después que nos dimos cuenta, la manifestación apoyaba a López Obrador (para nuestra sorpresa o acaso ¿no tanta?). Supusimos que se dirigían al Zócalo (donde estaba instalada la Feria del Libro) sin pensarlo mucho decidimos unirnos, apoyar a los manifestante y todo lo que implica. Hasta ese momento no sabíamos quién convocaba dicha marcha ni cuál era el recorrido nos basto saber que era en apoyo al Sr. López.

Así nos sorprendimos un poco al ver a los participantes detenerse y entrar a un restaurante, El Sanborns del Centro Histórico, (comprendimos la razón por la cual la manifestación comenzó silenciosa, para no llamar la atención y estropear lo planeado, iban calladitos sin hacer ruido no los fueran a cachar) poco a poco fueron entrando hasta llenar rápidamente el selecto restaurante; nosotras nos quedamos afuera porque íbamos en la última parte del contingente y el lugar entre comensales y manifestantes estaba lleno hasta el tope.

Los que estábamos afuera del Sanborns esperábamos y apoyábamos, ahí nos enteramos del fondo de esta manifestación, se trataba de los militantes de la CND[1] que literalmente iban a llenar de cucarachas La Casa de los Azulejos, (imagínense en primera lo que implica ésto). El insecto iba a relacionado a las declaraciones de Carlos Slim sobre que, "Es kafkiano que López Obrador haya tomado la ciudad que gobernó", (usted pongan la connotación que más le acomode). Se hizo referencia también a que Slim era la verdadera cucaracha (otra importante implicación) y empezaron los gritos repetitivos de “¡Slim la caracha eres tu!" para proseguir con otras consignas de apoyo y desapoyo, las primeras para el caso Oaxaca las segunda contra FECAL: ¡Ulises ya cayó y sigue Calderón! y por si quedaba alguna duda acerca del apoyo y lo vivo del movimiento hacia Andrés Manual también se coreo: "Es un honor estar con Obrador”.

No supimos bien lo que pasaba dentro o la reacción de la gente, pero era evidente que por parte de los que todavía apoyamos a Obrador los ánimos siguen muy arriba y el apoyo se antoja largo; el contenido de la población sigue heterogenizado, en edades, condición social y diversidad de pensamiento. Fue interesante ver a los transeúntes que se paraban para ver lo sucedido y en muchos casos (como el nuestro) se quedaban en apoyo a la resistencia pacífica. Escuchamos comentarios de personas que estuvieron en los campamentos de Reforma, “todavía tengo tos”, dijo una señora la cual en apariencia era la perfecta abuelita, tierna y cariñosa que tal parece iba directo a misa pero no, ha resistido esa enfermedad que comenzó en el campamento porque “cuando llovía barríamos el agua pero las tarimas siempre quedaban mojadas y ahí nos acostábamos, desde entonces estoy enferma”.

Dentro del Sanborns se quedaron alrededor de una hora, hubo representaciones y el objetivo fue logrado, ¡cucarachas gigantes en la Casa de los Azulejos Batman! Se demuestra una vez más, estamos al pendiente de las declaraciones de cualquiera, tenemos muchos más conocimientos de los que piensan y seguimos al pie de cañón aunque por casualidad llegamos a los eventos importantes, el apoyo sigue y seguirá.

[1] Para una nota periodística y más amplia se puede consultarhttp://www.jornada.unam.mx/2006/10/09/012n1pol.php